Una vez más, el Botellón Regional Guachaca de Conce nos deja con la mandíbula en el piso con su tremendo poder de concreción.  Hace ni tanto, se propusieron trazar un mapa de la solidaridad en el Bío Bío ¡y YA lo lograron!

Miren, aquí está, con todas las iniciativas solidarias que han ido catastrando, georreferenciadas. Así, en caso de que usted quiera ayudar o necesite ayuda, puede cachar de wanderers cuál está más cerca. Se pasaron los cabros y cabras de Guachacas ConcepcionBiobio.

 

CARTOGRAFIANDO TODO LO QUE ES BUENO

A los guachacas penquistas no los pilló desprevenidos el llamado a coronar reyes solidarios. Desde la última campaña Un Calzoncillo Largo pa’ Chilito, habían estado haciendo actividades cariñosas en terreno todo el rato, así que sabían más o menos dónde está la papa solidaria en el Bío Bío. Pero, cuando se sumaron los capitanes de la Hermandad de la Costa con sus catalejos, el avistamiento de iniciativas bondadosas se multiplicó a un punto sorprendente.

Claudia Valdés, guaripolesa guachaca de Conce, nos cuenta: “Primero empezamos con los campamentos, por ejemplo, la toma Lo Galindo, la Teniente Merino, y se fue sumando más gente que nos llamaba de otras partes, que nos daba el dato de otras iniciativas solidarias, de organizaciones de voluntarios, y de pronto ya no eran cuatro o cinco, eran quince”. Además, Claudia pudo constatar un fenómeno: “A veces pasaba que iba a un campamento donde tenían muchos pañales pero pocos niños, mientras en otro les faltaban los pañales”, dice.

Fue entonces que le saltó la pepa: había que crear una red para conectar y coordinar a todos. ¿Cómo? Armaron un grupo de Guasap, a través del cual la comunicación es permanente. Se han sumado iniciativas de diverso tipo, grandotas y unipersonales, de vasta trayectoria y nuevecitas de paquete. Hasta tienen un “delivery solidario” para mandar y compartirse cositas.

El siguiente paso fue crear el Gran Mapa de la Solidaridad. Lo que es manejarse con la tecnología. Uno que es de otra era, conoce los mapas de la enciclopedia Barsa nomás, pero los guachacas millennials están en otra y son capaces de hacerte uno interactivo con el puro teléfono.

Eso hizo Claudita, premunida de Google Maps. “Primero aprendí de otros proyectos. Busqué info, ordené todo, la tabulé y la metí a la plataforma”, resume. Suena fácil, pero la cosa no es tan jauja. La líder popular fue en persona a validar cada iniciativa solidaria catastrada. Una vez en el lugar de los hechos, hay que marcar la localización con el celu (no me pregunten cómo). Luego, generar la planilla con los datos, crear el mapa, traspasar los datos a la plataforma y revisar que todo haya quedado tiquitaca. Además, cada hito está vinculado a la página de la iniciativa correspondiente y a una descripción de qué hacen y qué necesitan. “Fue bastante tiempo porque esto debe ser minucioso y prolijo. Ahora ya me peino”, se cachiporrea la guachaca penquista.

El símbolo de esta gesta.

 

El mapa resultante está dividido en ollas/ comedores e iniciativas solidarias. Partió con 31 iniciativas validadas, pero la idea es que siga creciendo. De hecho, ya tienen 50 catastradas y vienen más, porque se ha corrido la voz. “Muchas veces voy invitada por las mismas juntas de vecinos que las organizan. Por las redes la gente se ha traspasado información. Por ejemplo, ayer ingresé a un campamento nuevo que me escribió por Facebook. Y ahora las mismas iniciativas están ayudando a hacer la validación verídica porque acá hay mucha gente”, cuenta Claudia.

El criterio es que no pueden ser pomadas políticas ni religiosas. Tampoco consideran a las ollas comunes respaldadas por los municipios.

TRUEQUE VIRTUAL

Aparte del boca a boca, los cabros del sitio Terremoto en Talcahuano se han paleteado con la divulgación. Ahora se aprestan a lanzar un programa social guachaca llamado “Corazones bonitos”, una plataforma para las iniciativas solidarias donde además se les ofrecerá publicidad a los pequeños negocios a cambio de donaciones (cualquiera que sea) a las iniciativas socias. ¿Qué más se les va a ocurrir?